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Las cualidades que realmente importan para ser un buen programador

Published: at 09:34 AM

Si estás aprendiendo a programar o ya llevas un tiempo en esto, seguro te has preguntado: “¿Qué necesito para ser un buen programador?”. Y aunque saber varios lenguajes, frameworks y librerías está genial, lo cierto es que hay habilidades y cualidades más profundas que marcan la diferencia entre alguien que solo escribe código y alguien que realmente sobresale en el mundo del desarrollo.

Este artículo no es una lista exhaustiva de requisitos necesarios que cumplir, sino una recopilación de lo que muchos desarrolladores con experiencia coinciden que es esencial para crecer y disfrutar de esta profesión.

1. Curiosidad infinita

La tecnología cambia todo el tiempo. Lo que hoy está de moda, mañana puede estar obsoleto. Un buen programador tiene que tener una curiosidad constante por aprender cosas nuevas, explorar diferentes formas de resolver problemas y no quedarse estancado.

Ejemplo real: Muchos grandes desarrolladores empezaron por pura curiosidad: querían saber cómo funcionaba un juego, una web o una app. Esa misma curiosidad los llevó a aprender HTML, luego JavaScript, luego React… etc.

En la comunidad: En Reddit, Stack Overflow y otros foros, es común ver que los programadores que más aportan son los que están siempre probando cosas nuevas, escribiendo blogs o creando pequeños proyectos para aprender.

2. Pensamiento crítico y resolución de problemas

Programar consiste, en el fondo, en resolver problemas. No solo es saber cómo usar una función, sino entender qué problema está resolviendo y por qué lo haces de esa forma.

Ejemplo real: Supongamos que tienes que optimizar una búsqueda en una base de datos. Un mal programador copiará un código de Stack Overflow sin entenderlo. Uno bueno analizará el problema, considerará distintas soluciones y, si la solución pasa por copiar un código “que ya está inventado”, invertirá tiempo en entender bien lo qué hace.

En la comunidad: Joel Spolsky, cofundador de Stack Overflow, insistió muchas veces en la importancia de pensar lógicamente y no solo memorizar.

3. Capacidad de aprender por uno mismo

No todo se aprende en la universidad ni en cursos. La mayoría de las veces, tendrás que buscar documentación, ver tutoriales o leer código de otros para aprender algo nuevo.

Ejemplo real: Aprender a usar Docker, entender Git a fondo o hacer debugging en una app compleja… muchas veces no hay un manual perfecto, y toca investigar, leer y probar.

En la comunidad: En Twitter o dev.to, verás que los programadores más seguidos suelen ser autodidactas y comparten su proceso de aprendizaje.

4. Humildad y capacidad para recibir crítica

Nadie escribe código perfecto. Aprender de los demás y aceptar feedback sin ponerse a la defensiva es clave para mejorar.

Ejemplo real: En una code review, un compañero te sugiere una forma mejor de hacer algo. Si eres humilde, lo tomarás como una oportunidad para aprender, no como un ataque.

En la comunidad: Robert C. Martin (“Uncle Bob”) habla mucho de la importancia del trabajo en equipo y de ser humilde como desarrollador profesional.

5. Habilidad para comunicarte bien

Muchos problemas en el desarrollo no vienen del código, sino de malentendidos. Saber explicar lo que haces, pedir ayuda correctamente y documentar bien es fundamental.

Ejemplo real: Estás en un equipo remoto. Saber escribir un buen mensaje explicando un bug o dejando instrucciones claras para otros es lo que evita errores tontos.

En la comunidad: Kent Beck (creador de TDD) insiste en que comunicar ideas claras es tan importante como escribir código limpio.

6. Paciencia y perseverancia

Habrá días en los que todo se complica, en los que un bug te vuelve loco o que una librería nueva no funciona como esperabas. Si te frustras rápido, lo pasarás mal.

Ejemplo real: Resolver un bug que lleva horas persiguiéndote. A veces es una coma fuera de lugar, a veces es una configuración absurda. La perseverancia es la que te lleva a encontrarlo.

En la comunidad: En foros como Hacker News, hay muchos posts de desarrolladores contando cómo pasaron semanas luchando con un problema hasta que lo resolvieron. Todos coinciden: la paciencia paga.

7. Saber trabajar en equipo

El desarrollo es, cada vez más, un trabajo en equipo. Saber colaborar, ayudar y recibir ayuda, discutir ideas sin discutir con las personas y celebrar logros en conjunto es vital.

Ejemplo real: Trabajar en una feature donde dos personas escriben el código y otras revisan. Sin buena coordinación, eso es un caos. Con buena colaboración, es una experiencia fluida.

En la comunidad: En GitHub, los mejores proyectos son los que tienen buena comunicación entre colaboradores y una cultura positiva en las pull requests.

8. Gusto por la calidad

Un buen programador no se conforma con que “funcione”. Quiere que funcione bien, sea mantenible, legible y eficiente.

Ejemplo real: Podrías resolver un problema con 200 líneas de código repetitivo… o podrías hacerlo en 50 con buen uso de funciones. La diferencia está en la atención a los detalles.

En la comunidad: La filosofía de “Clean Code” o “Software Craftsmanship” promueve precisamente este enfoque de cuidado por la calidad del código.

Mucho cuidado aqui. No confundas calidad con perfección. Programa teniendo en cuenta la legibilidad y mantenibilidad. Puedo asegurarte que tu yo del futuro (o tus compañeros) agradeceran un código escrito en 6 lineas que no uno escrito en 1 línea.

9. Capacidad de adaptarse al cambio

Hoy usas React, mañana puede que tengas que aprender Solid, Svelte o cualquier otra cosa. Cambian los lenguajes, las herramientas, los entornos. Y hay que saber surfear esa ola.

Ejemplo real: Un equipo que pasa de usar REST a GraphQL. No puedes decir “eso no lo quiero aprender” si quieres seguir aportando valor.

En la comunidad: Muchos desarrolladores con experiencia reconocen que su mayor fortaleza no es saber un lenguaje, sino adaptarse rápido a nuevos entornos.

Conclusión

Ser un buen programador es mucho más que escribir código que funciona. Es tener una mentalidad abierta, curiosa, colaborativa y orientada a la mejora continua. No se trata de ser un “genio del código”, sino alguien que suma, aprende y ayuda a otros a crecer.

Lo mejor es que muchas de estas cualidades se pueden cultivar con el tiempo. Así que si te faltan algunas, no te preocupes. Lo importante es tener las ganas de mejorar.


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